Hace poco tuve un descubrimiento, estaba con una de las chicas que vienen a visitar mi pequeño atelier y fue curioso, ella estaba encantada con todo lo que se probaba; como los niños en una juguetería, pero a la vez se miraba al espejo y se sentía preocupada e inquieta; lo supe por su forma de mirarse, así que le pregunte que era lo que le pasaba y si lo que llevaba le gustaba o no.
Ella me contesto: “ Me encanta de verdad, me veo super, el detalle me hace ver la silueta entallada; pero es que llamaría demasiado la atención y la mayoría de los que conozco vamos muy normales, no hay quien destaque por su estilo”
Yo le dije: «La vanidad en medida es buena y saludable; las mujeres van al gimnasio, hacen dieta, se ponen cremas, se depilan, se operan y muchas veces no por que se vean desfiguradas, o no se sientan felices con su cuerpo, es mas bien una placentera sensación de ser especial, bella y florecer».
Si todo lo anterior no nos satisface, siempre nos quedará un buen vestido.
!Entonces: Ama la vanidad ¡